La locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes
A. Einstein
Las creencias limitantes al igual que el miedo pueden proveer la materia prima para despertar el aprendizaje y la resiliencia.
Cuando podemos observar nuestra vida con perspectiva y vemos cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con el otro, con el mundo, nos damos cuenta que hay creencias conscientes o inconscientes que actúan como profecías en nuestra vida.
Percibimos la vida y tomamos decisiones en base a esas creencias de forma automática, repetida, inconsciente. Una vez lo hacemos consciente surge la posibilidad de tomar decisiones diferentes, sin embargo, estas creencias son estrategias que desarrollamos para adaptarnos al medio, una fuerza desarrollada en una dirección que deja sin desarrollarse la otra dirección, se rigidiza, se polariza. Se crea un camino neuronal y se automatiza una estrategia de supervivencia.
Surgen las adicciones, las dependencias emocionales, los patrones.
Aunque una parte de mi sabe que “eso” no me hace bien,
a la otra parte le cuesta mucho dejarlo.
¿Como cambiamos las creencias limitantes?
Partimos por el principio a la unidad, que es la fuerza curativa , nosotros al igual que la naturaleza tendemos a la salud, al equilibrio, a la unidad.
La salud es el resultado de la atención y comunicación que le damos a cada parte.
Es importante en este proceso aprender a distinguir y separar las sensaciones, pensamientos, imágenes y emociones que puedan causar la activación de la creencia limitante. Cuando eres capaz de percibir y de hacer un seguimiento a las sensaciones y sus cambios, en lugar de quedarte atascada en el patron habitual, cuando podemos estar con la sensación hasta que empiece a cambiar;
entonces los pensamientos e imágenes que antes producían intensas reacciones en ti o generaban el patron empezarán a perder fuerza.
Es posible que la sensación empeore antes de mejorar, porque ahora la estas experimentando directamente, tu observación y decisión de acompañarte han abierto el flujo, si sigues estando allí,
la organicidad te llevara al cambio, como el ciclo de la naturaleza.
Al prestar atención sobre algunos aspectos de nosotros mismos que están aislados (inconsciente) y en conflicto, estamos abrazando la unidad.
Para ello es necesario conocer nuestras creencias más profundas, como se expresan, que piensan, como se sienten, donde habitan en el cuerpo, como se desenvuelven en los diferentes ámbitos,
cual es su papel a la hora de ayudar a gestionar la vida, a proteger del dolor, del miedo, etc..
Cada parte por muy auto destructiva que sea, en el fondo solo intenta que sobrevivas, por eso aceptamos todas las partes, todas son bienvenidas y las acompañamos en su proceso orgánico de transmutación.
Observar con perspectiva, sin juicio nos va ayudar a comprender el modo
en el que las creencias nos habitan y controlan. La plenitud de consciencia clarifica.
Observamos con mucha curiosidad como se organiza nuestra experiencia interna
como se relacionan las partes, y que necesitamos para equilibrar una creencia,
que experiencias nuevas y orgánicas podemos crear o desarrollar para propiciar el cambio.
Una vez que hemos experimentado esta nueva experiencia, la tenemos disponible para usarlas en el espacio exterior, siempre y cuando estemos atentos a reconocer el disparador y como se expresa la creencia, es decir , es necesario estar atentos, darnos cuenta si estamos en piloto automático o podemos parar y usar el nuevo camino ya experimentado.
Es importante crear nuevos hábitos que nos ayuden a consolidar esta nueva manera de equilibrar la creencia limitante, es decir un compromiso de sostener la ternura, la paciencia, el auto amor a la hora de transmutar la creencia limitante.
Detrás de un miedo o una creencia limitante hay un tesoro por descubrir.
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