El Sistema Nervioso Autónomo ( SNA ) es la base sobre la cual
se construye nuestra experiencia de vida. La forma en que nos movemos por el mundo, conectando, retrocediendo, aislándonos, llamando la atención,
la forma como nos alimentamos, como dormimos, como nos enmascaramos, etc
Antes que el cerebro entienda y de sentido a la experiencia, el SNA ya ha evaluado la situación e iniciado una respuesta de supervivencia a través del proceso de Neurocepción , proceso que tiene lugar sin que participe nuestra conciencia, sucede con anterioridad a la percepción consciente.
No importa lo incongruente que pueda parecer desde el exterior, desde una perspectiva autónoma siempre es una respuesta de supervivencia adaptativa automática.
El SNA no juzga que es bueno o malo, se limita a actuar para gestionar el riesgo y buscar seguridad.
Desde que somos bebes nuestro SNA va aprendiendo sobre el mundo y se tonifica hacia hábitos de conexión o protección. El vinculo con las primeras figuras de apego ( mama, papa) cumple una función básica.
Nuestro SNA tiene dos ramas principales: Simpática y Parasimpática
La Simpática se activa cuando detecta señales de peligro (real o imaginario) y se prepara para la acción, lucha o huida
Parasimpática, se subdivide a la vez en dos ramas:
-Vagal Dorsal: cuando nuestro sistema interpreta que la lucha o huida no funciona para la supervivencia se activa la vagal dorsal, protegiendo del dolor físico y psicológico, sensación de estar entumesidos, como en otro sitio, sensación de depresión, disociación.
-Vagal Ventral, esta rama es también la última en desarrollarse en la línea temporal de evolución humana, es la de conexión social, la que nos da sensación de seguridad, de sentirnos receptivos y poder ofrecer; sensación de conexión con nosotros y con lo que nos rodea. El nervio de la compasión.
Cuando reconocemos que se a activado el instinto de supervivencia y evocamos la consciencia, la auto-observación de cómo se a organizado todo mi ser (mental, emocional, corporal) como un instinto de supervivencia; podemos comprender que mi organicidad reaccionó para sobrevivir y activar la amabilidad con nosotras mismas.
Y desde ese lugar buscar, desarrollar recursos para volver a la autorregulación, al Vagal Ventral, a ese espacio, atmósfera donde nos sentirnos seguros.
Pasar de la escasez ( instinto de supervivencia) a la abundancia ( tomar consciencia) es un cambio poderoso.
Desde la teoría polivagal, es abandonar las respuestas de supervivencia e ir hacia una base de regulación, de seguridad.
Una dicotomía que va del miedo al amor.
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